sábado, diciembre 31, 2011

Oblivion


Las personas se sienten importantes porque le han dado un principio y un fin a una elipse infinita. Dicen que hoy es el último día de un año. Dicen "mejores deseos para el año que sigue". Dicen muchas cosas. Y yo, no estoy ahí. No quiero estar ahí.
No sé por qué. Es probable sea yo un asocial, quizá un antisocial. No importa. Este vacío que me provoca todo esto, todo ese silencio que generan las festividades en los espacios que siempre son bulliciosos. Son fríos. Carcomen las entrañas. Son silencios donde uno es demasiado pequeño, el aire se cuela y hiela los huesos. Son silencios donde pueden caber dos, dos olvidados del mundo. Donde dos pueden convivir y olvidar que el mundo los ha olvidado. Para que el olvido sea sólo un triste licor, no el cianuro de las conciencias.
Es quizá eso lo que quiero. No un festejo, no una reunión hipócrita de familia, no una borrachera maratónica. Sólo una olvidada, olvidada por todos menos por mí. Una olvidada que extraña a su olvidado. Y me ilusiona saber que ese olvidado no he dejado de ser yo. 
Olvidados por todos, menos por nosotros. Juntos, para que el silencio no nos trague y seamos sólo caparazones vacíos.
Son estos silencios que quiero pasar contigo, silencios que no serán más fríos.

viernes, diciembre 16, 2011

Mariposas technicolor

Colores neón, 
sueño de luz en un átomo.
Silencio sepulcro,
de dos partículas en derredor.
Explosiones, 
colisiones y un dulce olor.
Besos, sueños robados,
corazones que laten.
Pintura arcoiris
en un fondo blanco.
Y tú, colorida
hecha materia
en lienzos de color.
Corres.
Y mi mundo 
existió
por culpa
del capricho 
de una dama.

martes, diciembre 06, 2011

Decir

"Don't talk shit, out with it."
Get Myself Into It,The Rapture

Podría decirte muchas cosas el día de hoy. Pero prefiero callarme, no decir nada. Para dejar de decir cosas que siempre consideraste estupidez y media, o de perdis, ni les diste importancia. Deja de decirme cosas, decirme qué hacer y cómo hacerlo.
Deja de decirme que no te arrepientes de nada. Deja de decirme que soy el único culpable. 

martes, noviembre 29, 2011

Enseres

Tengo tres recuerdos y un susurro escondidos en algún confín de mi corazón. Cuando viajo, es lo único que me queda de este mundo terrenal. Es una forma de no extrañar mi hogar, de no querer regresar a aquel cuarto donde muchas veces me encerré. 
Tengo seis palabras y un aroma escondidos en algún confín de mi corazón. Casa, en algún lugar allá abajo (o arriba, uno nunca está seguro). Debo seguir viajando. No puedo regresar (aún).
Tengo cuatro "te quiero"s y un dejo de nostalgia escondidos en algún confín de mi corazón. No te tengo aquí, pero he de regresar.
Por ti.

lunes, noviembre 21, 2011

Minus

"On ne voit bien qu'avec le cœur.
L'essentiel est invisible pour les yeux."
Antoine de Saint-Exupéry


He perdido mucho.
Y por perder, ya no sé qué tengo.
Tampoco sé si lo que no sé esté bien aferrado, 
para no perderlo.
Perder.
Siempre es cuestión de perder.
Nunca encuentro el antónimo
de perder.
¿Cuál es?
No lo sé, enséñenmelo.
O díganme, dónde voltear;
es posible no lo haya visto
por tanto ensimismarme
en ver
dónde perdí,
en donde tuve razones para
no querer llorar.

Lo pasé por alto,
estoy casi seguro.

Ciego.

domingo, noviembre 13, 2011

Impulsos

Hay veces que quiero saludarte.
Pero cuando abro la ventana
de conversación
no estoy seguro qué impulso
ganará primero:
Te diré, 
"hola",
y es probable contestes igual.
O te diré,
"Jódete",
me satisfaría,
pero es probable me contestes igual.
Perfecto, siempre,
siempre jodidos.

Screw me, screw you.
Screw us, for heaven's sake.

domingo, noviembre 06, 2011

Crónicas del viajero

Me gusta cuando tengo a alguien en quien pensar y que piense en mí. Es en esos momentos cuando el tejido del tiempo se aplasta y alarga, se contrae y expande. Dicen que para hacer viajes interestelares se necesita jugar con el tiempo (porque es relativo) y que también hace falta  viajar más rápido que la luz (y, de paso, convertirnos en energía pura, joules, joules, joules). Es probable que mis manos, mi cabeza, bueno, mi cuerpo entero apenas y se muevan un ápice. Pero, de acuerdo conmigo, he viajado más que Han Solo y el USS Enterprise juntos.
En velocidades superlumínicas, he llegado a confines oscuros en donde sólo pocas personas han llegado. He tocado grandiosas estructuras tan complejas que parecen imposibles ante mi intelecto, mas lo suficientemente sencillas como para que mi curiosidad, mi cariño hagan vibrar cada fibra de los materiales extraños y hermosos de cada una de estas edificaciones.
Muchos planetas me han cerrado sus puertas, probablemente porque mi insensibilidad maltrató fibras dolorosas. He tenido que irme y algunas veces he regresado porque hay astros errantes que me pidieron así fuera. Y yo, con lágrimas en los ojos, he retornado a muchos lugares donde me he sentido en casa.
Me gusta cuando tengo a alguien en quien pensar y que piense en mí. Hay un hogar. Un horizonte al cual mirar melancólicamente, mientras el calor de un planeta alimenta mi corazón y todas las noches que paso en él.

miércoles, noviembre 02, 2011

Take that.

Estoy acostado y miro con melancolía la computadora. 
De alguna forma, me alegro de estar aquí, en otra cama que no es la mía.
Y más me alegro aún al saber que no vas a poder ni siquiera prender el Aipad.

Soy un maldito troll.

jueves, octubre 27, 2011

Bicicleta

Dos ruedas que me convierten en un melancólico errante. Es una increíble sensación tomar el manubrio y pedalear hasta que la piel se atonte por el cansancio. Después de un rato, los muslos no sienten dolor. La cabeza se despeja y sólo queda la pregunta: cómo llegar del punto A al punto B.
Es en una bicicleta donde puedo tomar las riendas por un rato. Es donde puedo decir que hoy voy al espacio y no, nunca despego del suelo. Un bache, no, no es; es más bien un asteroide. Navego entre centenares de cometas de cuatro ruedas que, si no me fijo, podrían dejarme tieso. Con mi bicicleta he visitado muchos planetas, lunas, nebulosas y soles. Fríos y congelados algunos; calientes y abrasadores otros; y unos más metamórficos: que alguna vez fueron fríos y ahora son calientes, o viceversa.
Bicicletas, bicicletas. Tomé una y conocí lugares hermosos. Rompí la burbuja del tiempo y recorrí grandes distancias en tiempos nimios. Conocí seres extravagantes, congelados y a veces volcánicos. Plagados de golpes de meteoritos y brillantes. Gaseosos, sólidos, anillados. Conocí estrellas, galaxias, agujeros negros. Conocí el Universo. 
Sin embargo, a pesar de recorrer a pequeños, pero rápidos pedaleos los confines del horizonte espacial, todavía queda mucho por explorar. ¿Qué encontraremos a nuestro paso, subidos en nuestros potentes cohetes espaciales bípedos? 
Ven. Toma una. Vamos a conocer cada confín del Universo. Cada día más grande, cada día ofrece algo nuevo.
Cada día más hermoso.

lunes, octubre 24, 2011

Nice things

This is why we can't have nice things,
aside from the fact that we live in 
a corrupted world.
This is why we can't have nice things.
Things never last more
than just a couple words.
This is why we can't have nice things.
Things change and transform.
The world still spins.
This is why we can't have nice things.
Undecided, you've been looking for.
Derailed is how I've been. 
This is why we can't have nice things,
for I have been fully lost
in the world of my sweetest dreams.
This is why we can't have nice things.
Lost, not found, I turned
to see fulfilled my deepest fears.

sábado, octubre 08, 2011

Videojuegos que no jugué

Y sin embargo, no estamos.
No estoy, no puedo ir.
No quiero, pero si, tal vez..
Es difícil, ¿sabes? Pensar estás muy cerca de mí,
pero las consecuencias nos ponen a distancias lejanas, cansinas.
Dañinas.
Pensarás en mí, estoy seguro.
Yo igual te extraño y se me apaga la voz al pensar que

nuestra lejanía pudiera diluir tus sonrisas.
Pienso en ti, aunque sé que no lo sientes.
Sé que te han llenado la cabeza de dudas, que procuras confiar en mí.
Y aún así, tienes muchos datos que no me apoyan, no fundamentan tu idea
de mantenerme como un héroe, un modelo a seguir.
Hoy es sábado, día en que pudimos habernos visto.
Por el contrario, no nos veremos. Y eso entristece.
Quizá es mejor no nos veamos hoy.
Quizá si nos vemos hoy los maremotos vengan a tirar lo poco que hemos construido.
Esperemos, pues, volver a vernos.
Aunque a los dos, a ti y a mí, 
nos quiebre no vernos.
Y todo por algo que a ti no debería afectarte.
Por nuestra culpa, que no es la tuya.

Stupefied

Tengo ganas de decirte muchas cosas. Pero estás lejos. 
Sin embargo, me gusta imaginarte y pensar que estás aquí, conmigo.
Quiero escribirte muchas cosas. Decirte otras tantas. 

Poblar mis sentidos de ti.
Tengo ganas de sentirte cerca.
Perderme un momento para encontrarme contigo.



No puedo escribirte más. Mis músculos se embotan, te extraño y las palabras se agolpan al tratar de decir algo coherente, que libere de una buena vez con todo esto.


No puedo. Te esperaré y, cuando las palabras no basten y las sensaciones florezcan bajo la lluvia, con un roce de labios te diré todo lo que hoy no te pude expresar.


Te amo.

lunes, octubre 03, 2011

El camino

Mi cabeza estaba hecha un lío. Tenía tantos problemas, soluciones inviables que requerían que otras partes hicieran lo que no. Impráctico, plagado de sensaciones desagradables, de revoltijos indescifrables. Y tenía que hacerlo. Doliera o no. Si no lo hacía antes, era clavarme más una estaca. Pero dolía siquiera pensarlo. Y cada segundo, el dolor se intensificaba, mi cabeza daba más vueltas y la caridad se iba entre la densa niebla.
El frío, el frío sigue ahí. Pero ahora ya no es tan desagradable. Sin embargo, aún siento que, cuando caminé por esa calle, la cara caída, los pasos lentos, el súbito silencio, llevé a la ovejita que me quería al matadero.

miércoles, septiembre 21, 2011

Dreiundzwanzig

El número veintitrés es el décimo número primo entre los números naturales. Es el primer número primo cuyos dos dígitos son sucesivos. El veintitrés está constituido por un número dos y un número tres, siendo ambos, también, primos. Analicemos a éstos últimos.
El dos tiene la pequeña particularidad de ser el único primo par. Es un número bastante estilizado, compuesto de dos líneas mixtas. 
El dos usa lentes y también tiene un ego enorme (que aplasta a veces, aunque no quiera admitirlo en lo absoluto).  A este número le gusta descubrir cosas nuevas. Vaga por ahí intentando encontrar la libertad que tanto le hace falta; quisiera soltar amarras y zarpar. Pero la marea, simplemente, no sube. 
El número tres está hecho de dos líneas curvas. No tiene la elegancia del dos, pero se defiende bien. Si el ego del dos es alto, el tres lo deja riendo; más egocéntricamente sarcástico, nadie. El número tres sabe que sin un dos que lo fundamente, se convierte en un miserable uno. A veces busca experimentar demasiado, pero también se siente asfixiado como el dos. Ambos están varados en la playa y no pueden moverse más que unos pocos metros mar adentro.
Hay noches en que se extrañan, tal vez demasiado. Ven la noche, suspirando mientras recuerdan que ambos están cobijados por la misma oscuridad, iluminados por el mismo reflejo de la amarilla luna.  Los 23 se forman cuando un dos y un tres están juntos. Sus dígitos se la pasan bien, recuerdan, ríen, celebran y se bromean el uno al otro. Pero hubo muchos días en que estuvieron lejos. Un 23 que muchos días no existió.
Pasó lento el tiempo que no pudieron saber de ellos mismos más que por una ocasional llamada al teléfono o un chat no muy interesante. Dolía usar solamente dos sentidos para saber del otro; faltaba ese ápice de realidad que le da el toque. Las cosas empeoraban gradualmente. 
Hartos, se quedaron de ver; la soledad corroía las entrañas. Ya no podían seguir abrazando el aire. Había un 23 que debía complementarse.
Acordaron verse a las 5 de la tarde, en alguna concurrida estación del metro...


viernes, septiembre 16, 2011

Las hojas ocre, las hojas escarlata, las hojas negras

A veces me pregunto a dónde te habrás ido, por dónde te desviaste; por qué habrás decidido evitarme y alejarte.Extraño algunas cosas, ¿sabes? Es como releer un libro. Pero un libro ya tiene la última página escrita. No es un borrador. Es un simple "ya fue".
A veces pienso en ti. En lo que te has vuelto y en lo que solías ser. En lo que solías querer y ahora prefieres evitar. Podré recordar muchas cosas. Sin embargo, sigues un camino ya lejano. Y yo no quiero volver a encontrarlo.
Beber y olvidar. El tiempo es el licor de la memoria. Los recuerdos se hacen vagos y a veces ensalzamos tanto cosas tan comunes que parece que las memorias fueron esculpidas por dioses. Prefiero beber tiempo y sentir que te escurres de mi mente como arena entre los dedos. Como algo que tocó el beso de la muerte y se fue para siempre; para no tener que matar un recuerdo con balas, sino con el dulce y triste elixir venenoso de los Segundos.
Así podemos matar a las personas sin recibir castigo alguno. Sin remordimientos, sin culpas. Sin dolor. Sin pensar qué podría pensar el otro. Para liberarnos, romper cadenas y por fin respirar tras la almohada que nos ofusca y asfixia.
Destruir fantasmas, quemar libros, desmembrar memorias.
Suprimir. 
Esto que escribo es el archivo de lo que pronto olvidaré.
Y así, el día de mañana podré regresar para exhumar tu recuerdo, para burlarme de lo estúpido que fui al inclinarme sobre las flores de tu lápida. Y te volveré a enterrar cuando la melancolía entre a mis ojos.
Adiós.

lunes, agosto 29, 2011

Forrito

No sé qué habrá sido de mí aquel día. Tenía yo un humor de aquéllos de "mírame y no me toques". Llegué a casa y me sentí más pisado que perro en la autopista. Debo confesar tenía pretextos donde ampararme, pero preferí callar y morderme uno. Para mi desgracia, tomé una pésima decisión.
A medida que pasó el día, mi cerebro sólo fregó el flujo del tiempo y horas pasaron sintiéndose una maldita eternidad. El sol no hacía más que reírse de mí y tildarme de idiota. Yo ni podía quejarme; me sumí en un lapsus brutus de proporciones gigantescas. Y me sentí aún peor.
–Me lleva la...
Sep, era yo el ejemplo perfecto del refinamiento lingüístico.
Resignado, fui a quejarme (para no salir de costumbre). Y pues, después de exponer mis dolencias, no vi mucho cambio. Tumbado sobre mi cama, me moví cual lombriz sumergida en alcohol, sin encontrar solución alguna a mi martirio
–Mátenme, por favor– mi corazón exclamaba.
–Ya bájale, ¿no?
La noche llegó y la iluminación comenzó a llegar: puse música. Un movido rockabilly que no estaba nada mal. Mi ánimo se levantó y no dijo más lo que no debía decir. Aun así, no estaba del todo bien. Algo faltaba. Mientras, había una persona echándome porras. Y las cosas empezaron a fluir.

En mi largo letargo, seguía yo pegado frente a la computadora. Intenté encontrar algo que me guiara. Ya me había rendido. Pero, ¡esperen! Hubo algo que llamó mi atención. ¿Escribieron condones? ¿Estaban poniendo chistes de condones?
NO PUEDE SER POSIBLE. 

¡Yo tengo que meter mi manota en esto!
Ella, dijo, vendía condones. Y yo pedí mi cajita bien surtida mientras los demás en el grupo decían tonterías tan tontas y graciosas como las mías. A medida que los chistes siguieron, las risas sonaron y el negro sarcasmo regresó a ocupar su lugar en mí, yo me olvidé de todo..
Quién lo diría.

Me hizo feliz una vendedora de condones mágicos.

viernes, agosto 26, 2011

Espejo

Mi corazón, acelerado, reaccionó.
Pude verme.
Reflejado en un ínfimo espacio.
En un ínfimo segundo, 
en la pequeña ventana ámbar
ahí estaba yo.
Me veía tan pequeño,
tal vez frágil,
inseguro.
Pero, en ese pequeño lugar,
cálido, 
estaba resguardado
del llanto, de la amargura
y del dolor.
Estaba envuelto
en la cortina dorada
de sus ojos.

miércoles, agosto 10, 2011

9.81

No tiene caso que me quede con esto sin darlo a quién debí dárselo. 

9.81



Tú fuiste la pequeña chispa
en un pequeño átomo
que recorrió mi piel,
envolviéndome de tu esencia
en cada vibración del segundero.
En cada pedazo de papel
que tiene escrito tu nombre,
puse mi corazón entero, 
bombeando la sangre de mis sueños,
imaginando
que ni la misma gravedad
tiene la fuerza
de atracción
de las células del color
de tus ojos.

martes, agosto 09, 2011

Escondidas.

No sé si entre tus ojos me perdí
o en la curva de tu cuerpo que
mi dedo describió.
Quizás en el cálido fulgor
de tus ojos dulzones,
en la claridad de tu tez,
en la profundidad de tu corazón.
Tal vez,
en aquella vez que te vi, 
esa primera vez que te percibí.
O la primera vez que te vibré,
 la primera vez que te soñé.
Encuéntrame,
que yo sé estoy ahí
perdido en un lugar de tu cuerpo
del cual no quiero salir.
Búscame, 
recíbeme.
Quiéreme
y cuando me encuentres
de nuevo me perderé.
Búscame otra vez.

viernes, agosto 05, 2011

La luz del farol

Esta noche tiene una ligera particularidad. No sé cuál puede ser pero tiene algo. Yo sé que tiene algo. Es quizá la luz de afuera que acaba de tocar mis ojos, una luz artificial y eléctrica. O es quizá mi humor; hoy la noche me puso de buen humor.
No lo sé. Y es aquí cuando un sutil recuerdo se vuelve tierna melancolía, una mirada se vuelve un deseo.
Y yo sigo soñando. Preguntándome. Y sigo viviendo y respirando.
Y un motivo me lleva de la mano.
Y me siento feliz.

viernes, julio 15, 2011

Enumerar

Hay varias cosas que el día de hoy detesto:
  1. El tedio.
  2. Apechugar.
  3. Yo mismo.

Muchas gracias.

La flor

Era una mañana fría y lluviosa de octubre. Hacía un poco de niebla y caían gotarrones del cielo. La ciudad estaba parada: el tráfico no se movía por tanta agua y las personas no salían por temor a mojarse. Era un día triste, adecuado para quedarse solo. Un día donde los recuerdos me invadían. Donde al ver las gotas recorrer la ventana, me daban ganas de seguirles el paso.
Hoy me hubiera gustado tenerte aquí. Así no hubiera recordado nada; estaría más ocupado besando tus tiernos ojos caramelo y me olvidaría de todo. Sin embargo, no, no estás aquí. ¿Dónde estarás? ¿Mojándote, quizá? Viendo el cristal llenarse de gotitas, tal vez. No lo sé. El techo se transforma en memorias, memorias llenas de dolor. Cierro los ojos y sigues sin estar aquí.
Y se suponía que estábamos destinados a estar juntos. Eso no lo sé, era la vaga idea que tenía mi familia y tus amigos. Yo nunca lo quise saber, para no llegar a éste momento, que, al parecer es inevitable. Invadirme tanto de tu sonrisa hasta querer mandar al diablo toda tu fisonomía. Recuerdos... para qué me sirven los recuerdos, sólo para querer olvidar. Es tan difícil olvidar.
Yo no quise que te fueras. Pero era mejor a dejarte. Yo no quería que estuvieras aquí, aunque mi mente y mi soledad te llamaran a gritos. Quería que te fueras para no lastimarte. Quería que te fueras para no cometer alguna estupidez. Me duele no tenerte. Pero es mejor no tener nada. Así no hay forma alguna en que pueda lastimar a alguien. Me duele tu recuerdo y te extraño. Pero no te quiero aquí.
Quiero que salgas de mi vida, de mi cama y de mi cajón. Tu olor lo percibí por todas partes, tuve que cambiar la funda de mi almohada, tiré por la ventana la pañoleta que olvidaste. Pero tu sigues aquí. Y por más que tu olor se vaya, y tus caricias y tu imagen se desvanezca, estás aqui. Está tu voz y la risa de la mañana, estás en cada maldita gota de Mountain Dew, en el murmuro de la tele a las 3 de la mañana.
Sigues aquí, con tu aura tenue y dulce. Con el eco del amor que me profesaste. Con las caricias que mi piel sintió. Eras una aparición hermosa en el marco de mi puerta, una voz suave y profunda que me envolvía cada vez. Cómo te puedo olvidar, si fuiste demasiado importante. Ese fue mi error. Creer lo que decían mis amigos, mi familia, de que eras la persona ideal para acompañarme hasta el final de mis días. De que eras todo lo que pudiera desear, lo que mis ilusiones de pareja perfecta podrían esperar.
Pero tuviste que irte. Me dolió. Mucho. Pero así siempre lo quise. Para que no fuera yo el que te lastimara.
Tenía tanto miedo, de todo. De la gente que te miraba al pasar, de que tus ojitos verdes ya no reflejaran el mundo; tu mundo. Pero tenía más miedo de mi. Tanto que sacrifiqué lo único que me importaba para mantenerlo así como está. El otro día que estaba en mi jardín, me acordé tanto de ti. Atrás del árbol donde siempre te gustaba leer, encontré una flor. Una flor tan bonita que moría de ganas de traerla a la casa, de ponerla en algún lugar donde alegrara todo. Y la hallé tan parecida a ti. Era tan frágil,  tan perfecta. Esa flor estaba rodeada de un árbol hermoso, de un pasto verde, todas ésas cosas que me recordaron a tu mundo. No la podía arrancar; lo mismo no te lo pude hacer a ti. Y  ahora en algún rincón de mi casa  falta una flor para darle color, y a mi vida le faltas tú.
He visto la taza de café vacía mucho tiempo. Te extraño. Eso es lo único que sé. Afuera llueve y me parece que ha llovido todo el día. Desearía salir al aire libre y sentir en la cara las gotas para lavarme y sentirme libre, aunque sea un momento.
Pero no quiero. No quiero dejarte ir, aunque estés clavada. Si te quito de mi corazón, desangraré hasta morir. Te volviste necesaria. Te volviste mi vida. Te volviste mi amor. Y no te quiero dejar ir. Por lo menos, de mi torturado corazón...
Acaso de mi mente te podría borrar. Pero ya no quiero. No quiero despertar un día más y creer que el amor de mi vida va a pasar enfrente de mi, porque es mentira. Tu fuiste y serás el amor de mi vida. Yo no me veo compartiendo el día a día con alguien más. Ni siquiera me veo compartiéndolo contigo, porque no. Así  tiene que ser. Y aunque éstas tardes nubladas me hagan llorar, me hagan encogerme lo más que pueda, las prefiero. Prefiero dormir y pensar que un día lejano compartí mis sábanas contigo o el único litro de leche que quedaba en el refrigerador, que estar en un mundo sin ti. Sin tus expresiones. Y aunque mis recuerdos me torturen al borde de no querer saber más, los prefiero. Te prefiero a ti. Aunque sea fantaseando donde hay un mundo donde podamos estar juntos, o recordándote hasta que me tome 3 pastillas para la migraña. Eres tú. 

Ya es noche y sigue lloviendo. Aún es un día triste. Enciendo un cigarro y admiro la flama un momento en el encendedor. Mortal, venenosa pero tan cautivadora. Cómo se apaga si le soplo, cómo enciende si el gas toca una chispa. Hoy veo una flama y no te veo a ti.
He decidido. Ya no te podré tener nunca. Serás mi sueño inalcanzable. Y con el estatus de inalcanzable habrás de quedar hasta mi muerte. Lloro por dentro y me corroe mi decisión. Pero es lo último que decidiré en mi vida. Hoy acabaré contigo, de una buena vez, amor de mi vida. Hoy acabaré con la estaca, hoy acabaré con mi vida.


Y aquel día, la lluvia por fin apagó la flama.



Hecho en coautoría con Mariana De Botton
 

miércoles, julio 13, 2011

Diez al cuadrado (actualización, nomás por no dejar)

Esto lo vi en el facebook de alguien. Y quise hacerlo conmigo mismo. Cien cosas de mí.


1.- Me pregunto siempre por qué vale la pena seguir existiendo. No me respondo. Así que sigo buscando.
2.- Declárome adicto a perderme y a imaginar.
3.- Siento que hay dos personas en mi cabeza: Mike, mi subconsciente; y yo, mi lógica.
4.- Mike suele ser un maldito cuando se le antoja dominarme.
5.- Me gusta ver la realidad deformada, verla desde otro ángulo.
6.- Quiero muchísimo a mi hermano pequeño.
7.- Es común verme envuelto en dicotomías estúpidas con mi propia cabeza.
8.- Quiero ser ingeniebrio (hic!).
9.- Me gusta el arte en general.
10.- Escribo historias en papel.
11.- Soy bueno en los números como en las letras.
12.- Casi no tengo amigos (creo es, la mayoría, mi culpa).
13.- A mis pocos amigos los atesoro.
14.- Temo perder a la gente que quiero irreversiblemente por un error mío.
15.- Me obsesionan los números.
16.- Me seducen fácilmente los placeres banales.
17.- Me gusta más la noche que el día.
18.- Siento que soy capaz de cambiar el mundo.
19.- Me agrada mucho vivir aquí, donde nací.
20.- La bicicleta y yo, somos uno.
21.- Colecciono boletitos del trole cuyo número de serie sume veintiuno.
22.- Tengo una mensa peluda. Es mi compañera de viaje.
23.- VEINTITRÉS, número de trauma.
24.- Soy agnóstico.
25.- Soy arquitecto de mi propio destino.
26.- Soy un tres.
27.- Soy un ENTP o INTP.
28.- So far, no me he puesto borracho.
29.- He viajado, tanto física como mentalmente.
30.- Orgullosamente UNAM.
31.- Física y química, mis materias favoritas.
32.- Soy un delirante soñador.
33.- Soy amigo de un dos.
34.- Gracias a alguien que conozco, me di cuenta de que sólo tengo mi vida y nada más.
35.- Sueño. Y me gusta soñar.
36.- Las religiones no sirven. Eso digo yo.
37.- Me gusta amar.
38.- Y ser amado.
39.- Olvido rápido, para que no duela.
40.- Fueron tres veces en que no la olvidé (y a la quinta, ya no lo soporté).
41.- Dicen me parezco a Jim Morrison. Yo digo que no.
42.- Por cierto, The Doors es lo mejor que ha tocado mis oídos.
43.- Me desespera a veces no conocerme (o hacer que no me conozco).
44.- Solía devorar libros enteros. Ahora, no.
45.- Lo único que agradezco a la saga de Crepúsculo fue que me dieron ganas de leer más libros.
46.- Me he dado cuenta que la gran mayoría de la gente no conoce la mitad de los artista que me gustan (qué hipster me siento)
47.- Tuíter me ha permitido decir la primera pendejada que se me venga a la mente. Qué mal me siento por eso.
48.- Me gusta encontrarle la falla a las cosas, para luego corregirlas y/o criticarlas.
49.- Tanto Internet me hizo cambiar el "jajaja" por el "LOL".
50.- Internet me pervirtió.
51.- Según Dos y Freud, Mike se llamaba Ello (como el payaso, pero no tan tétrico).
52.- Mi pseudónimo es Édgar R. Jiménez Calva.
53.- Hay gente que me enseñó a no ser tan estúpido.
54.- Quiero vivir solo para regirme por mis propias reglas.
55.-El tedio acaba, para mi desgracia, con las ideas.
56.- Apoyé la Propuesta 19 de California. Remotamente, claro.
57.- Soy flaco.
58.- Quiero aprender 5 idiomas. Ya llevo dos y ando en progreso con el tercero.
59.- Tengo dos hermanas. Y una muy querida hedmanita.
60.- Quiero otra bicicleta
61.- Quiero también un chaleco como de camarógrafo.
62.- En mi pseudónimo están cuatro personas distintas. Y dos de mis iniciales.
63.- Me gusta estar en el Mésenller para no perder contacto con la gente que quiero.
64.- Es curioso pero deprimente estar solo cuando físicamente no lo estás.
65.- Últimamente, me han puesto happy los jingles de las canciones de los videojuegos
66.-Me gusta casi todo lo que tenga que ver con el movimiento indie.
67.- Jim Morrison es grande.
68.- El arte es para la gente. El propósito principal de su creación no es su venta.
69.- Tengo una pierna siete milímetros más corta que la otra.
70.- Se me ocurrió nacer un 23-03.
71.- Es difícil olvidar lo malo de todo lo que alguna vez amé.
72.- No he conocido a persona con más sueños e ilusiones que yo.
73.- Creo en mí mismo. Sin embargo, eso no es suficiente.
74.- Puedo ir a cualquier parte de la ciudad. Sólo díganme qué metro o pesero le queda cerca.
75.- Benditos anocheceres...
76.- Quién chingados necesita un auto cuando existe el transporte público (o tu mejor compañera de viajes, la bicicleta)?
77.- En la ciudad hay lugares tan tranquilos, llenos de sueños...
78.- Las cosas materiales hacen que me boten recuerdos relacionados con ellas.
79.- No sé qué chingados hacer con tanto material flamable.
80.- Hay gente que te hace sentir el imbécil más grande del mundo cuando sabes que no lo eres.
81.- Yo también aprendo para ignorar menos.
82.- Cambié de casa. Y eso pasó a joder parte de mi vida (chingón...).
83.- Reprimí mis deseos durante mucho tiempo.
84.- No me arrepiento de nada.
85.- Sólo soy un átomo del universo. 
86.- A veces, me paso de "modesto".
87.- La cursilería es un signo inequívoco de que me traen cacheteando las banquetas.
88.- Yo la amé.
89.- Soy un tanto bipolar.
90.- Detesto a mi secundaria.
91.- Últimamente, me resisto a dormir las horas que me corresponden.
92.- Quiero hacer música. 
93.- Ahora soy un poco más libre.
94.- No quiero guardarle rencores a nadie. Pero no puedo.
95.- Tengo muchos sueños sin cumplir.
96.- El retro gaming me hace darme cuenta que mi infancia no estuvo tan jodida.
97.- Sin Aipoth ni audífonos, no existo.
98.- Una Revolución se suscita en mi cabeza.
99.- Me faltan muchas películas por ver.
100.- Pude actualizar esto. Por fin.

domingo, julio 03, 2011

sábado, julio 02, 2011

Huye.

Ahora que puedes, huye. Tu muerte se aproxima y sus labios están fríos.
Vuelve al calor de tu soledad, aunque abrase tu piel y grites de dolor. 
Huye, 
no vuelvas,
no regreses,
que aquí hay una lápida con tu nombre, grafiteada por aquellos quienes te adoraron y veneraron.
Huye, no mires atrás; todo aquello que crees que vale la pena es un vil engaño. 
Vete, demacrado e infeliz, sucio y atrofiado por el maldito alcohol, vete.
Sigue tu camino, busca, persigue, mata tus sueños de una buena vez y deja de ser el patético perdedor en que te convertiste.
Serpiente, quítate esa vieja piel y continúa, levántate.
Aún puedes ser feliz.
No es demasiado tarde.
Sé libre.
Vuela y olvida el rojo resplandor del asfalto.
Huye, hombre, que la verdadera vida está allá fuera.
Huye y vuélvete quien siempre quisiste ser.
Vuélvete una leyenda.
Vuélvete un poema.
Vuélvete Jim Morrison.

viernes, julio 01, 2011

Antes de caer

"Only the dead have seen the end of war."

Un año que tanto añoré se acabara. Un año que simplemente pudo haber terminado en un instante para gloria mía; sin embargo, no quiso. Y es aquí, en este momento, a la orilla del precipicio, cuando miro atrás no sin sentirme un poco amargado y triste. Es aquí cuando me pregunto si valió la pena sentir que lo que me impulsaba era llegar aquí. Veo atrás, todos los minutos en que me sentí fuera de lugar, cruzando el vasto desierto (donde quizá hubo muchos oasis que no quise ver) que me condujeron aquí.
Es por eso que no quiero ir. Para no embonar al último minuto y darme cuenta de lo que me pude haber perdido. Prefiero terminar siendo lo que desde el principio fui: un desconocido. No estar en las fotos, que me nombren y que no aparezca.  No ir y desaparecer como un recuerdo insignificante, relegado al olvido.
Me borrarán de su memoria y ellos de la mía. Al fin, encontraré esa paz que tanto busqué. Pero ahora, en mi pequeño mundo idiota, me toca arrepentirme y sentir...
Que tres años no valieron la maldita pena...

domingo, junio 26, 2011

Y a pesar de todo, estoy aquí.

Dentro de 10 horas es mi examen y estoy emocionado. Mi reloj dice son la 4 de la madrugada y hace casi una hora que sonó mi teléfono. Lo esperé, previendo cualquier situación. Y apenas sonó, desperté.

Y haber esperado a que timbrara mi celular, debo admitir, valió la pena. Cada maldita palabra.

martes, junio 21, 2011

Evocación de un pasado que fue.

Ah...
Esto cómo me recordó viejos tiempos. 
Veamos. Sí, de alguna forma estaba esperando escribieras algo sobre mí para que pudiera responderte. Ahora que tengo la oportunidad, la aprovecharé.
La verdad, no me puse a administrar responsabilidades. Quién rompió tal cosa, quién omitió tal otra. Qué importa. Lo único que me queda claro es que los dos la tuvimos. 
No me gustaron algunas cosas, cosas que al principio me dieron lo mismo. Es cierto, los dos cambiamos y añoramos ser siempre amigos. Pero a la larga, nuestros egos chocaron, las ganas de hacer cosas juntos se mermaron. Quién querría sentirse un idiota frente a quien considera su mejor amigo? Eso es algo que comprendemos a la perfección.
No es hora de victimizarse. Me gustó haberte conocido, saber de ti y apoyarte cuando tuve la oportunidad. De reírnos de estupideces, de cometer errores, de reconciliarnos. Tus cartas, tu letra escrita en mi cubo. Son recuerdos que guardo con mucho cariño. No puedo olvidar mi pasado, no puedo negarlo. Y aunque mis deseos puedan ser otros, la vida sigue, con y sin nosotros.
Ojalá y la preparatoria nos depare un presente mejor. Deseo que seas feliz y no te desangres en el camino hacia el fin. 
Ojalá y en el futuro no seamos simples desconocidos o resentidos de un pasado que fue. Ojalá y un día podamos decirnos la infinidad de estupideces que nunca hicimos juntos por ser un par de idiotas, para después sonreírnos y seguir con nuestras vidas. Pero eso, eso el tiempo lo decidirá.


Ya quiero ver qué es lo que sucede.

sábado, junio 18, 2011

Segundero

Tic.
Tic.

Tic.
Esa cosa sigue sonando.
Tic.
Tic.
Tic.
Y simplemente no se calla.
Tic.
Tic.
Tac.
¿¿¿???
Tic.
Tac.
TAC.
¿Qué fue eso?
TAC.
TAC.
Tic.
Qué rayos...
Tic.
Tic.
TAC.
Qué extraño. Ese reloj ya está mur..
TOC.
Tic.
Tic.
Un momento. Esto ya está raro.
Tic.
Tac.
Toc.
¿Qué le pasa a ese reloj?
Tic.
Tic.
Tic.
Aparentemente funciona bien.
TOC.
TEC.
TACKHH.
Pero esos ruidos...
Tic.
Tic.
Tictic.
...me perturban.
Tic.
Tac.
Tic.
Reloj, deja de sonar.
Toc.
Tic.
Toctoc.
Deja de sonar.
Tictictic.
Tic.
TIC.
¡Deja de sonar!
Tuc....
(silencio)
Al fin...
Paz.

Papel

Esto fue transcrito de un papel:

Flaca:

Una página, ya no tan en blanco, sólo para ti.
Una página que celebra miles de minutos de conocernos (y los que nos faltan por vivir).
Una página empapada en llanto, torcida como las sonrisas que alguna vez nos provocamos, que cada vez que se mueve con el viento libera el olor dulzón de los recuerdos mezclado con lo agridulce de la melancolía.
Un pedazo de papel que intenta evocar demasiadas cosas.
                              que intenta obligar a la memoria a encontrar lo perdido.
                              que sueña con ser un símbolo, con un significado y un sentido.
Un papel en forma de avión que viaja libre por el cielo.


Éste es sólo un papel que mi imaginación deformó e hizo de él lo que ella quiso para dejar vivas las memorias, para alimentarlas, para que el tiempo no las destruya sin que ellas hayan luchado por sobrevivir.


Aquí están las células que se unieron en el pasado. Aquí están las miradas, los besos y el roce entre dos cuerpos. Aquí también hay cariño, tristeza y compañía. Aquí está el remedio para curar la soledad. Aquí, aquí escribirte, escribir una página, ya no tan en blanco, sólo para ti.


Aquí está una fracción de mí, escrita en un papel.
                             En un papel sólo para ti.


Jim

sábado, junio 04, 2011

El Reprimido habla:

Hola, soy el Reprimido.
He habitado los confines de tu cerebro desde que sabes que existes, desde que percibes tu mundo. Yo soy aquél que alimenta y da vida a tus sentidos y tus instintos, el mismo que te condena cada que prefieres razonar por sobre cualquier cosa.
Sí, soy ese tipo molesto, irreverente y explosivo que no soporta vivir encerrado, que quiere la vida al más puro estilo hedonista. Que quiere saber cómo es la libertad.
Es un placer que me conozcas, aunque yo lleve mucho tiempo sabiendo de ti. 
Compláceme o atente a las consecuencias de tus actos.
Hazme real, tangible y latente.
No me reniegues, como hiciera Pedro.
Yo soy tu voluntad, tu consuelo y tu inconformidad. Yo soy tu Dios, el que te dicta cómo se deben hacer las cosas en este mundo.
Y como un verdadero Dios, sé condenar a aquellos que osan no obedecerme.
Te he advertido.

Ícaro

Hoy me puse a esperar mucho del efecto de una causa. Un pequeño oasis en el pequeño, de apariencia inmensa, desierto del tiempo. No. Una vez más volé tan alto que el Sol derritió mis alas y caí inevitablemente al océano.
Es el gran pecado capital de cualquier soñador. 
Y ahora, entre las aguas turbulentas, tengo que volver a encontrarme.

domingo, mayo 29, 2011

Ad infinítum

Nacer, crecer, reproducirse.
Nacer, crecer, reproducirse.
Nacer, crecer, reproducirse.
Nacer, crecer, reproducirse.
Nacer, crecer, reproducirse.
Nacer, crecer, reproducirse.



Morir.

martes, mayo 24, 2011

Ficción - Cenizas ignotas

A Mariana. Anon can always delivar.

Era un pequeño sobre el que llamó su atención. Blanco, sin remitente ni destinatario, que misteriosamente había aparecido en el buzón de su casa. Ella lo miró, extrañada. Un dedo rozó la fina solapa de ese rectángulo color nieve. Y, súbitamente, un escalofrío corrió por su espalda. No, no abriría el contenido. No podía saberlo. Era demasiado misterioso, demasiado sospechoso. Tuvo miedo. Tomó el sobre entre dos dedos y lo dejó, pacíficamente, entre dos libros gruesos. Pudiera parecer que el sobre había desaparecido.
  Aquella noche, ella se recostó en su mullido colchón y miró al techo, con la luz encendida. Por extraño que pareciese, esa vez el foco no alumbró con su pardo amarillo, sino un blanco intenso, límpido y puro llenó el cuarto. Los ojos se le hincharon de sangre y no pudo pegar el ojo, por más que lo intentase, aún con la luz apagada. El brillo del blanco aparecía y desaparecía en toda la habitación, como un estrobo. Cuando por fin concilió el sueño, era casi mediodía. 
  Tres horas más tarde, su cuerpo quiso, por caprichoso y obsesivo, levantarla y hacerla reflexionar al respecto. Su instinto le pedía a gritos no razonara sobre el punto, sobre el sobre, valga el pleonasmo. Sin embargo, su curiosidad y esa manía suya no le permitirían dormir tranquila. Bueno, hasta conseguir una respuesta que le diera paz momentánea, de menos. Lápiz, cuaderno y su cerebro fueron a sentarse al balcón. A ver que pueden hacer
  El balcón solía ser su lugar favorito hasta hace dos primaveras. Ahora no lo es porque desde hace dos años que el sol no se asoma por entre los resquicios de los cerros. Sólo se ven los edificios de departamentos tan frágiles y estériles sobre el triste paisaje. Antes de aferrarse al lápiz, suspiró. Aquella vista, tan bella y hermosa alimentaba su inspiración y ahora sólo era un mero recuerdo relegado a nunca volver. Es triste pensar. Y por eso pausó un momento, se cuestionó si quería seguir y, sólo después de contestarse y confirmarse, continuó.
  Mientras los claxones chillaban siete pisos más abajo, ella pensó.
  Es un sobre blanco, que la dejó, ciertamente, intranquila. ¿Por qué será? Debe ser su contenido. Nunca se había visto papel tan libre de impurezas (ay, eso suena a comercial del Canal de las Estrellas). Es raro. Es diferente. Pero causa miedo. Miedo a abrirlo. Miedo a saber qué hay dentro. No tiene destino ni tampoco procedencia. Tal vez suceda como en las películas; eso puede significar cosas malas. No, no, no. No hay que pensar. Hay que distraerse.
  Así lo hizo. Se alejó del balcón y salió de su casa a olvidarse del sobre. Sin embargo, cada que pasaba frente a la puerta del balcón, al regresar a casa los días siguientes, veía la libreta. Y se acordaba del sobre. Y la ansiedad la empezaba a consumir terriblemente. Su mente parecía igual de frágil y estéril que el paisaje frágil y estéril de afuera, cuando en lo único que pensaba era en ese prístino y misterioso pedazo de papel. 

  Los días pasaban y la desesperación hizo mella en su conciencia. Cada 24 horas, la curiosidad invadía cada maldita célula de su atormentado ser. Pasaba horas contemplando los pesados tomos donde estaba oculta, sin saber si acudir al llamado casi irresistible que emanaba entre las pastas. Ya no dormía. Las horas eran lentas y su vida se acostumbró a no salir más de casa. Su estado mental era deplorable y muchos estarían de acuerdo con nosotros que ella padecía una patología psicológica.
  Pobre mujer, ¿no creen?
  Quizá dos semanas, parecidas a siete años, cruzaron. Y la burbuja estalló. Tomando un afilado abrecartas, corrió al estante, aventó los dos gruesos libros, que cayeron con hórrido estruendo contra el suelo, y contempló, aliviada, el pequeño rectangulito que aguardaba a que su mano revelara su contenido. 
  Sobre en mano, corrió a su balcón. Apoyándose contra el barandal, con tal fuerza que éste casi cedía ante la magnitud de la emoción, ella deslizó sin problemas la cortante punta por el papel. Vio como el sobre no se quejaba y se abría de par en par; azorada, miró la grandeza de su acto; lo admiró y se embelesó. Se sentía, a cada minuto, cada vez más aliviada. Suspiró, como nunca había suspirado en mucho tiempo.
  Sólo faltaba una cosa más: averiguar el ignoto contenido. Agarró con fuerza el sobre y vio que dentro había un aún más pequeño sobre rojo. maravillada pero a la vez perpleja, lo sacó de su escondite, donde tuvo que estar interminables días. Lo sostuvo un momento en sus manos.
  Una nimia ráfaga de viento zumbó contra su cara, chocó contra su frente, se interrumpió un momento y reapareció en su nuca. Se alejó, se detuvo y ya no volvió.
  Un fino hilo rojo comenzó a brotar. Y ella giró sobre el barandal y cayó contra el suelo, viajando siete pisos; una pequeña figura roja se asomaba entre su palma semicerrada. Cinco minutos más tarde, en sus manos no encontraron nada.
  En algún lejano lugar, un rectángulo rojo agonizaba entre las llamas. 
  Las cenizas son siempre ilegibles.

viernes, mayo 13, 2011

Malinterpretación

Ella no tenía miedo de que huyera de casa.






Ella tenía miedo de que me fuera y nunca jamás regresara.

martes, mayo 10, 2011

Demonios

"Por más caliente que esté el agua, el frío sigue ahí"
-Anónimo

Hay veces en las que dejo de ser yo.
No existen razones para dejar de ser.
Pero dejo de existir para el mundo, incluso de mí mismo.
No sé quién soy. 
No sé cuál es mi nombre.
No sé qué estoy haciendo.
Un impulso.
Una palabra. 
Una sensación me orilló a todo esto.
A dejar de ser, sentirme excluido de mí por mí.
Me arrinconé.
Y él tomó el control.
Vi cómo sus manos destrozaban el mundo.
Vi cómo sus ojos tenían una chispa de locura.
Vi cómo sus labios se abrían en muecas crispadas.
Dentro de mí estoy yo.
Y está él.
Él salió y se vengó de mí.
De haberlo tenido tanto tiempo huyendo de la razón.
Armó una revolución y ahora tomó la batuta.
En este lugar no hace más que frío.
El calor se fue.
Mis pensamientos derruidos.
No puedo hacer más.
Soy perseguido por mis demonios.
Demonios que se alimentan de sensaciones.
Demonios que se mofan de mis argumentos.
Demonios que regresan del exilio.
Demonios que controlan y arruinan todo lo que construí.
No puedo hacer más.
Por dentro, él controla.
Para él, estoy muerto.
Y quizá,
sólo quizá
en verdad lo esté.