Ayer lloré, ayer lloré mucho. Supe que lloré porque mis ojos estaban hinchados y ardían mucho. Yo no sabía que por llorar te ardiesen los ojos. Pero creo que fui una excepción: a mí me arden mis ojos si lloro. Es muy molesto y, al mismo tiempo, me hacen sentir especial porque yo no sabía que llorar lastimara los ojos.
No recuerdo haber llorado. Sólo supe que lloré por el dolor de mis ojos. Ni siquiera sé por qué pude haber llorado. Mi lógica me orilla a esta conclusión por mis ojos hinchados. Y nada más, no sé nada más. Mi memoria se muere ahí. No sé por qué lloré, y eso me perturba. ¿Por qué habría de llorar si no tengo motivos para llorar? Quiero acordarme, pero, pues, no.
No sé por qué te estoy contando esto. No sé si te importe, no sé si te llegue. No sé si pueda compartirme. Compartirme. Es una bonita palabra; significa que mi mundo no sólo será mío, sino también de alguien más. Es bonito. Compartir. Sentir que tu recuerdo no perdurará sólo contigo, sino con alguien más que quiere compartirte y ser feliz a tu lado, sea tu amigo, tu familia o tu amor.
Cuando tu mundo no sólo te es tuyo, las cosas son más
¿fáciles? Yo no sé. Volví a llorar otra vez mientras escribía esto. Qué raro, yo no sentía tristeza alguna. Yo no me sentía mal, yo no tenía ganas de llorar.
¿Por qué lloré? No entiendo. No entiendo nada. Tendría que entender, pero mi cuerpo sólo llora. Llora despiadadamente y yo no sé por qué llora. No quiero llorar. Es horrible llorar. No me siento mal, yo no quiero llorar, no tengo motivos para hacerlo. No voy a llorar. No.
Lloré otra vez.
Y otra vez.
Y otra vez.
Y no pude dejar de llorar.
Mis ojos arden y están hinchados. Pero no sé por qué.
Otra vez, volví a llorar.
No sé por qué te estoy contando esto. No sé si te importe, no sé si te llegue. No sé si pueda compartirme. Compartirme. Es una bonita palabra; significa que mi mundo no sólo será mío, sino también de alguien más. Es bonito. Compartir. Sentir que tu recuerdo no perdurará sólo contigo, sino con alguien más que quiere compartirte y ser feliz a tu lado, sea tu amigo, tu familia o tu amor.
Cuando tu mundo no sólo te es tuyo, las cosas son más
¿fáciles? Yo no sé. Volví a llorar otra vez mientras escribía esto. Qué raro, yo no sentía tristeza alguna. Yo no me sentía mal, yo no tenía ganas de llorar.
¿Por qué lloré? No entiendo. No entiendo nada. Tendría que entender, pero mi cuerpo sólo llora. Llora despiadadamente y yo no sé por qué llora. No quiero llorar. Es horrible llorar. No me siento mal, yo no quiero llorar, no tengo motivos para hacerlo. No voy a llorar. No.
Lloré otra vez.
Y otra vez.
Y otra vez.
Y no pude dejar de llorar.
Mis ojos arden y están hinchados. Pero no sé por qué.
Otra vez, volví a llorar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario