domingo, enero 01, 2012

Bitácora del día

Así que mi año terminó en medio de sermón religioso. No me agrada. No, no me agrada. El incienso, el choro. Me engenté y preferí salir, respirar, ponerme audífonos y perder mi tiempo desde la homilía. Llegando a casa de la tía después de la fundamental misa, aún más choro; ahora ritual pagano mezclado con creencia católica (calzones, maletas, rituales, mamadas y así). 
Me moría de hambre. En Televisa pasaron su fundamental especial de todos los años. Vimos la cuenta y pos cuatro veces dong, dong, dong. Rano Pano de Mogwai me había puesto muy perdido. Lost in space. Divagué mucho antes de sentarme a comer, de brindar, de las uvas y de que, por culpa de una confusión, casi le estampo un beso al primo (juro que fue mala sincronización). Cosas bonitas, que entibiaron mi cabeza un muy buen rato, rondaron por ahí, errantes y sin rumbo. Y yo, igual.
Luego vino la cena. Sólo había desayunado y eso fue a las 11 de la mañana. El bolillo no resistió el ataque brutal que lancé, el cual diezmó a su ejército en un 35%. Pavo en no sé qué, pasta en no sé qué y romeritos. Ya no aguanté pa'l pastel, y eso que esa parte fue nuestra contribución. 
Al final, vi a mi hermano quedarse dormido y me fui con él. Dormí media hora. Soñé algo; el intempestivo despertar media hora después me hizo olvidarlo. Sin embargo, estoy seguro que fue genial.
Son las 4:19 de la mañana. Me gustaría ver despertar el nuevo día del nuevo año. Probablemente no resista.
Bitácora's over. Cambio y fuera.

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