sábado, noviembre 15, 2014

La eternidad

"Tuya toda la vida..." 
Así le firmó una carta que escribió de su puño y letra. Acarició con la punta de los dedos la piel que escondía a su primer hijo, pequeño todavía, irreconocible quizá, pero en alma ya presente. O tal vez no, tal vez ella se enteró después, semanas más tarde, que el pequeño Sergio Alfonso existía. En aquel día de diciembre, el Sr. Contreras recibiría una carta, reflejo de un gran cariño que solía existir en un México forjado de otros tiempos. Espero le haya sacado una sonrisa. Yo, de menos, sonreí por él.
Cuesta trabajo imaginarla porque nunca la conocí.
Pero, al menos, algo me pertenece. Un pequeño rezago de amor, de un amor prometido para la eternidad.

lunes, agosto 04, 2014

Prometheus.

Where we went on forward,
through the vastness
of
space and time and timespace,
between the darkness
of
space, deep space, the deepest space.
We knew,
we didn't either,
so we went on forward,
where we would just find
where space streteches, and stretches,
and stretches forever
until we cannot even see what was, were, 
or have been.
But we went on forward.
But we went forth.
And so we are going.
Onwards, 
to take
what our God hid away,
like a childish child would,
for us to find.
Find on; onwards, we find.


miércoles, mayo 14, 2014

Un baccio.

Quizá, sí, se moría de nervios, pero limosneó valor y fue a verla. La llevó a un lugar donde el sol les apuntaba directamente en la cara, un miércoles por la mañana. Se le acercó y como Dios le dio a entender le plantó un beso. Ella no rechistó. Ella tuvo que irse y ya no se besaron más ese día.
Fue un beso bastante incómodo, pero no incómodo en un mal sentido. De la nada, tan rápido como para olvidarse de pensar, se besaron y quizá, sí, se rompieron mil y un barreras. Fue incómodo porque ni él ni mucho menos ella esperaban besarse.
Pero se besaron. 
Y al día siguiente, se besaron otra vez.
Quizá ya no se dejen de besar nunca. Dios quiera.

edit: Dios no quiso. Ja.

sábado, abril 19, 2014

Ocho patas para andar.

Él no lo recuerda, pero le dijeron que prefirió irse de casa con su madre porque había admitido, muy pequeño, que le atemorizaban las arañas. Hay, todavía, muchas en esa casa. Eso sí, recuerda que todo artrópodo menos los grillos y las hormigas le causaban pavor. Se enteró de este episodio cuando ya no les tenía miedo y sintió que él no había dicho cosa tan inverosímil; eran palabras muy ajenas a lo que él sentía.
Ahora, ve las arañas que insistentemente cuelgan del techo de su cuarto y cree que ya las quiere un poco. Sus razones tendrá. Aunque, mientras más lo piensa, otros motivos tiene para salir de ahí y buscar otro sitio, suyo y de ella.
¿Por qué? Por las arañas, aunque ellas mismas no lo sean.

lunes, marzo 24, 2014

Soñar que se está vivo.

-Tengo nervios, mamá; ¡en una fiesta de máscaras se conocieron Romeo y Julieta!
Era todavía un niño; no tenía mucho tiempo con catorce años encima y ya pedía vidas noveladas. Le fue fácil verlo con ternura. Un niño que no sabe qué es amar, pero que ya lo ansía.
Le extendió una sonrisa y lo llevó a la papelería. Veinte pesos, una antifaz negra, la emoción de su rostro. Lo dejó ir. Y él bajó del coche y se metió a esa casa.
Sabía que regresaría con las manos vacías. Así fue. Todavía le faltaba mucho por vivir.

viernes, febrero 14, 2014

Fading right next to.

I faltered away,
as if I needed no one.
But you realized you needed me.
I died and you wouldn't let me.
And I wished you didn't die for me.
But I dragged you down.

No one needed such.

I wasn't conscious.
But I knew I needed you,
And I tried, and tried,
and tried.
You wouldn't let me die.
I wanted to die alone.

No one needed such.

So you looked after me,
in the limits of limbo,
between heaven and hell;
I ruined it. I took you to my
hell.
And I wished you were far away
so I could fight my demons alone.
But you insisted.

You didn't need such.

I fell, my legs aching,
but your heart was aching far more.
And the way back hurt like it always does,
whenever I don't have you close
and I scare you,
and I frighten you,
and you worry about me.

I'm sorry. No one needs such.

My lucidity came back hours later.
Now I'm wondering the magnitude
of things lost
of things broken
of things I have broken.

You didn't need such.
I'll pay for my sins.
I'll pay for what I have done.

No one needed such.
But, now, I deserve this.

I deserve it.
No one, but me, needs such.