miércoles, enero 30, 2013

Yo no quise.

Yo no quería
y, sin embargo, fue.
Fue como si me azotara un gélido
viento, voraz y despiadado
por la espalda.
Yo no quería
porque es
algo que hierve mi sangre.
La hierve, invade mi querer,
mi sentir y mi pensar.
Desaparezco,
tiemblo como otrora,
yo no soy así. No.
Quizá sea tiempo de querer.
No, no.
Yo no quería
que sucediera.
No importaba cómo fuera.
Contuve la respiración, soñé con alcanzar
tranquilidad que nunca vino.
Yo no quería,
yo no quise.
La insolación vino y
secó verdes prados.
La lluvia no volverá, dicen.
Miro al cielo, espero con
ansias la noche.
Yo no quería,
yo no sé si deba querer,
yo sé que no quiero.
Un tenue resplandor selénico
me dice que el sol habrá de terminar.
Pero volverá mañana.
Yo no quería,
yo no quiero.
Por favor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario