miércoles, julio 25, 2012

Je suis un roi.

Una noche, como cualquier otra, salgo al patio de mi casa. Saco mis cigarrillos, abro la puerta de la casa con cuidado (para no despertar a nadie) y enciendo uno. Lo disfruto, sintiendo el frío de una noche como cualquier otra.
Este es un ritual que se repite noche tras noche, mientras me queden cigarros. En la noche, mi voluntad es acatada cabalmente. Aquí, yo soy victorioso, vencido e inquisidor al mismo tiempo.
Una noche en que los papeles se intercambian, yo decido y soy quien quiero ser, viviendo bajo el mismo techo que la principal opositora a mi reinado. Y, sin embargo, usurpando temporalmente lo que es suyo, convierto la casa en una extensión de mis deseos.
Son pequeñas cosas las que cambian el sentido de otras más grandes. Las coronas no te hacen rey. Sólo depende de quién y cuándo esté.
Soy rey de mis propias noches. Y así me encanta que sea.

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